Cada persona que solicita los servicios de un coach sabe muy bien que está y que se siente limitado para avanzar en algo en su vida. En muchos casos, no tiene ni idea de cuáles son específicamente esos límites ni dónde están; en otros muchos incluso piensa que los conoce totalmente.

A la vez, cualquiera que sea su conciencia y conocimiento con respecto a esos límites, a esos obstáculos, su propio estado condiciona totalmente lo que piensa y percibe, respecto al camino que puede tomar para alcanzar aquello que quiere o necesita.

Es por todo ello, que adopta una de las mejores decisiones que puede adoptar dada su situación: contratar un coach. Al hacerlo está dando el primer paso en una buena dirección -y con toda seguridad-, correctamente orientado hacia sus metas.

El coach le va a ayudar a encontrar, aclarar, limpiar, reducir, simplificar, discernir y/o resignificar los obstáculos que puede haber en su vida y, por supuesto a descubrir otros –si los hubiera- que nunca había percibido.

El coach con sus preguntas –recordemos que ese es su oficio, preguntar-, le va a ayudar también a diseñar mejor –si cabe- sus objetivos, a caminar hacia ellos de la manera más sana y ecológica posible, mientras va discerniendo lo importante de lo banal, lo caro de lo barato, lo fácil de lo difícil, lo realmente necesario de lo innecesario…

Mucho se habla, y en momentos de crisis mucho más, sobre cuáles son y dónde están las mejores y más baratas inversiones para obtener los más rápidos, seguros y  mejores beneficios económicos y de vida, tanto para grupos como para individuos. Pues bien, en cualquiera de los tres conocidos tramos corto, medio y largo plazo, esta es una de ellas.

El mundo sería mucho mejor si cada ser humano naciese con un coach debajo del brazo. Y, fuera de bromas, ese es el futuro que se anhela, en el que, desde la más tierna infancia, los padres y madres sabrán educar haciendo coaching, por haberse formado ellos mismos en tal disciplina, por haber tenido profesores que les entregaron todo lo que sabían mediante el coaching, uno de los artes más hermosos que hay, el arte de hacer preguntas.

Es por ello que se dice que una de las mejores decisiones que cualquier ser humano (sin importar cuál sea su rol personal o profesional) pueda tomar en la actualidad es, con certeza, contratar un coach.