Aprender a parar
Nos gustaría poder llevar una vida más calmada y significativa pero, en medio de tanto ajetreo, no sabemos cómo, y esa es la cuestión. Las preocupaciones nos bloquean y no nos permiten ser, haciéndonos sentir estancados, inseguros, carentes e insatisfechos. Nuestra percepción se ve coloreada por el miedo, y nuestras dificultades nos parecen un lugar amenazante que tratamos de ocultar, del que tratamos de huir. En este estado, de forma muy sutil, nuestra vida comienza a girar alrededor de una aparente sensación de constante necesidad.
Es muy difícil acariciar a un animal asustado, cualquier movimiento lo toma como una amenaza. Es necesario esperar a que se calme, tratando de transmitirle seguridad y confianza. Nos sentamos humildemente sin imponer nuestra voluntad, prestándole una cálida atención. Comprendemos que sufre porque tiene miedo, y con cariño esperamos a que se acerque a nosotros.
Esta podría ser una forma de explicar parte del trabajo de la meditación. Parar es la esencia. Parar con amabilidad para interrumpir la inercia de nuestros miedos. Parar para poder escuchar, a la vida y a nosotros mismos. Parar con una actitud activa y presente para observar el artificio de nuestras inquietudes. Parar para recordar la felicidad y poder devolverle el protagonismo que merece (que merecemos).
próximo taller Mindfulness
practica la atención plena y la meditación
Mateo Rived
Psicólogo, talleres Mindfulness
Postgrado en Antropología.
Máster en Psicoterapia y Psicología Clínica.
Certificado en Mindfulness por la UV.
Trainer en PNL.
Formación en intervención sistémica.